28 marzo 2007

Yo invito, presidente

El martes 27 de marzo, TVE inició las emisiones de “Tengo una pregunta para usted”. Cien ciudadanos representativos del total de la población interrogan al presidente José Luis Rodríguez Zapatero, y en un programa próximo, al líder de la oposición, Mariano Rajoy. El programa es un calco del francés “Question à vous poser”, en el que Sarkozy y Royal se enzarzaban en diversas batallas dialécticas. Aquí, en la querida, fuerte y orgullosa España, no parece cambiar demasiado. Bueno sí, el idioma español es más camaleónico cuando se miente.

El formato me recordó al chapista-chavista Aló, presidente, pero disfrazado de frac y con cierta seriedad de monaguillo por parte de Zapatero. Solo ante peligro, sin documentos, pero con las manos llenas de energía y las cejas como pértigas. La mayoría de los asistentes llevaban las preguntas bien machacadas, pero aún así casi tardaban más en formular la pregunta que el propio Zapatero en contestarlas. Claro que para eso estaba Lorenzo Milá y su tono flemático con “¿Cuál es exactamente la pregunta? Formule su pregunta, por favor” La pregunta era el producto de una larga presentación.

El interrogatorio popular a Zapatero fue una sorpresa de audiencia este martes. Según TVE, las cabezas giradas hacia el televisor se cifraban en 5.834.000, lo que supone un 30’3 de Share, es decir, casi un tercio de los hogares estaba saltando con las cejas del presidente. Durante la entrevista se abordaron los temas candentes en la sociedad española: inmigración, terrorismo, desempleo, impuestos y... el precio de un café. A todo esto, los blogs de los principales medios de comunicación digital no descartaron hacer un guiño a la bebida negruzca.

En el blog de ABC “Enciende y vámonos”, se realiza un crónica casi espontánea de lo que fue el programa. La descripción careció de fondo y solo muestra con cierto sarcasmo lo acontecido en el plató. La sugerencia de Zapatero a continuar con las preguntas en la Moncloa, despierta en la blogista un “Menos mal que esto ya no lo tendré que ver”. ¿Pero quién le dijo que lo viese? Habría sido mejor no verlo y no escribir nada.

El diario El País no dedica ninguna entrada de sus blogs al programa que nos atañe. Simplemente publica un reportaje en el que sirve de anécdota el precio del café, que según el presidente ronda los 0’80 €. Los buenos documentalistas del medio se han sabido informar a tiempo y han descubierto que “una taza en la cafetería del Congreso vale 73 céntimos” (¡Ah! ¿Es que las pagan...?). Interesantísimo. El tratamiento dado a la información se basa en declaraciones de ambas partes: por un lado, el presidente y sus respuestas (sobre todo alimentarias) y por el otro, los espectadores intentando fusionar droga y política. Pues al parecer, en cuanto entras en ellas no puedes volver a salir. La información va acompañada de material multimedia (vídeo y fragmento de audio).

El fragmento del programa que desató una sobredosis de cafeína...

El blog “El descodificador” del periódico El Mundo comienza haciendo una referencia a la política anti-terrorista del actual ejecutivo. Lo hace a raíz de las palabras de una de las espectadoras, que no dudó en reprochar que “como votante del PSOE se sentía engañada”. El tratamiento es pura opinión llena de sarcasmo e ironía, en la que se critica la verborrea del presidente y también sus declaraciones un tanto fútiles. La entrada va acompañada por una foto de Zapatero sorbiendo el café en una pequeña tacita.
El resto de la blogosfera también recoge la anécdota del café. De manera suscinta, Arsenio Escolar también repasa lo acontecido en el programa. En el blog de Periodistas 21 se propone a Zapatero que bajen a la realidad, porque con el precio tan económico cualquier inmigrante honesto puede hacerse un hueco en la barra del bar. Algunos se jactan de desprestigiar al presidente con que no ha salido del Congreso a ninguna cafetería cercana. Y otros afirman que el debate sobre el precio del café es simplemente una estrategia de los medios para eclipsar los verdades problemas de España. En la huella digital se cuenta el atiborramiento de los medios de comunicación con el dichoso café. Y es que a este paso, nos van a dejar a todos sin sueño. Así pues, dando un ligero repaso al mundo-blog, podemos ver que más que una blogosfera parece una "blogosfetera".

Vemos el juego que da el café. ¿Pero qué sabemos sobre este pobre elixir? Importado desde Brasil, Colombia, Costa de Marfil... ¡Da lo mismo! Si es que es un alimento que se cultiva en clima tropical, temperaturas medias-altas y constantes lluvias. Ahora mismo iba a llamar a alguien de los cafetales, a ver si podemos darle a la información un poco más de intensidad. Hasta entonces, yo invito, Presidente (me sobra algo de calderilla).

21 marzo 2007

Instrucciones para llorar


Instrucciones para llorar. Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente. Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca. Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos.


Julio Cortázar.

Por un mundo más ¿comunicado?

El uso de internet se ha propagado como una enfermedad virulenta. Hoy en día, son más de 1000 millones de usuarios conectado a la red y lo preocupante es que lo que ocurre con el resto. Es el resto de una cuenta matemática en el que el divisor es tan amplio, que solo da para unos cuantos.


¿Qué es?
La brecha digital se define como la separación que existe entre las personas (comunidades, estados, países…) que utilizan las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) como una parte rutinaria de su vida diaria y aquellas que no tienen acceso a las mismas y que aunque las tengan no sabrían como utilizarlas. La esperanza de los países menos desarrollados reside en el uso de la telefonía móvil.

Según el informe de France Telecom, el número de usuarios de móvil de los países menos desarrollados alcanzó en 2005 los 1.120 millones, con lo que superó por primera vez a los de los ricos (1.020 millones).

La tragedia africana. Este continente representa el 13% de la población mundial, pero sólo el 3.7% de los usuarios de telefonía fija y móvil a nivel mundial. La perversión de los datos y el progreso siempre se ceba con los que menos recursos tienen. ¿De quién es la culpa? ¿Nos interesa una sociedad mucho más informa a costa de no informar al resto? El sistema se empeña en vanagloriarse con sus logros científicos mientras que los verdaderos problemas de la humanidad siguen siendo una asignatura pendiente


Las grandes agendas internacionales enfatizan los beneficios que nos aportan las Nuevas Tecnologías. Sobre todo lo aplican para los países del Sur. A esta romántica idea le han puesto el nombre de Sociedad de la Información. Sin embargo, este nuevo orden no es más que una invención de las necesidades de la globalización, vista como un fenómeno neoliberal; un desarrollo que no tiene en cuenta las necesidades de un Sur, que se encuentra en la parte equivocada de la brecha digital.

Así, se puede asegurar y comprobar como son los países del Norte los principales propietarios y beneficiarios de la web, así como de la industria del hardware, del software y de la producción de los contenidos. El 70% de los contenidos viene dado en inglés. El Sur permanece excluido, y con ello aumentan las diferencias sociales y regionales, y se impone un modelo de desarrollo "desde el Norte", a su imagen y semejanza.

Una vez, el Norte del que presumimos adoctrina y vence a una parte de la población. El Tercer Mundo se convierte en el perfecto vertedero digital, en el que se lleva lo que aquí ya es inútil. No se sabe hasta donde puede llegar eso, pero probablemente dentro de pocos años volvamos a emitir los gritos vernáculos y los sonidos del tam-tam, como algunos gurús de la opinión publicitan.

16 marzo 2007

Internet: 30 años, 30 hitos

El artículo “30 años, 30 hitos” da un ligero repaso a los hechos más relevantes desde que se estableció la red de redes hace más de tres décadas. Su redactado es propio de un artículo de divulgación popular y carece de profundidad en todos los apartados que aborda.

Entre los treinta epígrafes, podríamos destacar alguno que hoy en día tiene mayor peso en la estructura comunicativa social. Es el caso de los blogs, espacios personales en el que cada usuario se establece como redactor, editor y publicador de sus contenidos. Los más puristas afirman que esta medio de comunicación no podrá competir con los denominados “tradicionales”, pero el caso es que muchas personas optan hoy por la información a través de estás bitácoras.
Otro importante acontecimiento es la aparición de los P2P (peer to peer), que permiten el intercambio de archivos, de momento gratuitamente, entre millones de usuarios en el mundo. Es decir, que las barreras espacio-temporales se rompen para dar paso a una avalancha de datos. Ahora no hace falta tiempo para ir al cine o para comprar en grandes superficies. Ahora lo que debemos pensar es de donde sacar el tiempo para aprehender tal cantidad de archivos.

También se comenta el caso del virus conocido como I love you. Este virus sembró cierta paranoia en el mundo de la red, pudiendo romper la armonía en empresas y con costes millonarios. En el apartado de la inseguridad de la Red, destacamos a Kevin Mitnick, el pirata informático más famoso. Otros gurús de las redes que se nombran son Tim Berners-Lee, creador del World Wide Web.

El incremento de internautas, la nueva red inalámbrica (Wi-Fi), las burbujas bursátiles, las numerosas redes embrionarias o el cada vez más común híbrido entre móvil y ordenador, se proponen como otros hechos eminentes en la evolución del joven medio.



Los Cd-Rom están en vías de extinción y cada vez más las empresas apuestan por la portabilidad y la miniaturización de la tecnología. El último grito es el de los iPod’s, que son capaces de grabar y reproducir música, almacenar datos y visionar películas. El éxito ha sido crear esta informática de consumo para el gran público con empuje publicitario suficiente para captar a las masas de consumidores potenciales. A mi parecer, el valor principal que se trasmite es que si una persona no tiene un dispositivo musical de este calibre, se puede considerar un marginado tecnológico. Estas herramientas también han gestado un neologismo de última generación: analfabeto funcional. Con esto se hace referencia a la incapacidad o poca destreza para el manejo de ordenadores, aplicaciones y otros instrumentos.

Como conclusión, podemos observar la convulsa vida de este medio, que con solo 30 años de existencia lleva consigo una infinidad de progresos y catástrofes que no se ha visto en ninguna era anterior.

Rabia contra la Máquina

El tema del neoludismo me parece bastante interesante. Y siguiendo esa línea, la de la destrucción para evitar la desesperación, me digo a mí mismo: "Explosión". Eso puede ser la canción Bombtrack del grupo californiano Rage against the Machine. Así pues, espero que no disfruten ni admiren este vídeo.

06 marzo 2007

Los tres sitios

  • Periodismo Global: La elección se toma por su gran cantidad de recursos (sobre todo de enlaces).
  • Caspa Tv: El contenido, variado y con cierta calidad.
  • Blog de Nacho Vigalondo: Para la actualidad sobre cine. De todas formas, me gustaría añadir más adelante algún portal que no esté sujeto por las leyes del mercado, en este caso, por los parámetros de El País.

Reflexión sobre el documental "Enganchados"

El documental “Enganchados” (o en lenguaje XAT “NganXa2”) de Documentos TV nos acerca el caso de cinco personas cuya obsesión son los nuevos medios de comunicación. Por medio de entrevistas a sus familiares, amigos de entorno y a ellos mismos, se ofrece la muestra de una obsesión y dependencia incontrolada hacia las nuevas tecnologías.

Desde las pinceladas de manifiesto Cyborg hasta los neoluditas, pasando por las corrientes más integradoras de la tecnología, el documento se construye como una reflexión hacia nuevas formas de adicción y la negligencia (en algunos casos) de su manejo constante. Se establece una analogía del uso de elementos comunicativos bidireccionales (Internet e interactividad, sistemas de chat, teléfonos móviles o juegos en red) con el uso de ciertas drogas capaces de privar al individuo de su condición racional y reflexiva. El perfil de los protagonistas del documental, se encuadra entre los dieciséis y los treinta años. La mayoría se ha sentido desplazado en algún momento de la vida, ya se por familiares o por amigos o novias. Por eso, todos ellos arguyen que los nuevos medios “proporcionan una vía de escape y sobre todo, una oportunidad para conocer a diferentes personas, poder incluso mentir [en los chats] y demás”. Todo esto, sin necesidad de entablar una conversación cara a cara. En todos los casos estamos también ante un problema de índole social, porque los progenitores desconocían total o parcialmente el conflicto gestado por sus propios hijos. La falta de atención, la desmotivación y el correspondiente gasto que genera todo vicio, fueron algunas de las claves para comprender la problemática y buscar soluciones pertinentes.

“Al principio yo pagaba las recargas del móvil, pero luego empecé a quitarle el dinero a mi madre para recargar la tarjeta”. Se puede comprobar como existe un desequilibrio generacional entre los padres y los hijos afectados. La brecha informativa entre unos y otros se resuelve en ocasiones con el argumento de “en tiempo de nuestros padres estos medios no existían”. Esta justificación autolegitimadora no deja de ser verdad, pero se pronuncia sin sentido aparente hacia el tema. Por supuesto que hoy los medios son distintos y lo serán mañana también, pero lo que la cinta muestra es la obsesión compulsiva y casi patológica del uso de estas herramientas. Porque, desde un plano puramente práctico, se puede considerar a Internet, los juegos en red o el teléfono móvil como elementos cooperantes para una comunicación más eficaz. No obstante, aquí se plantea la adicción psicológica del individuo. Esta se caracteriza por una conducta persistente y reiterada hacia el objeto que crea el vicio. Como se comentó antes, casi paralelamente a un drogadicto que repite su ceremonial hábito. Así, mediante esa adicción, la persona misma se aleja de una conducta normalizada de comportamiento: falta de ambición, respuestas agresivas, desinterés, pérdida del lenguaje en conversaciones cotidianas, adquisición de un lenguaje propio de la red o de los videojuegos... Son muchos los efectos que pueden producir este tipo de prácticas. Al final del documental, el espectador valora qué dimensiones adquiere este problema, cada vez más presente en las nuevas generaciones.

En pleno siglo XXI, nos encontramos ante una sociedad que posee mayores medios para la información pero, paradójicamente, está cada vez más desinformada. La sobrecarga de datos a la que está sometida parte de la población mundial y los gustos y preferencias, hacen que cada vez sea más difícil decidir qué es lo nos conviene. La sociedad digital nos permite adquirir una compresión única del espacio y del tiempo. Así pues, la portabilidad es una de las grandes virtudes e inventos de este último siglo, pero ¿estamos realmente preparados para el progreso tan alocado que se nos propone?

Desde mi punto de vista, estos casos son extremos y dispersos, pero dejarán de serlo cuando no veamos ni la luz del sol. Estamos ante los nuevos “enfermos digitales”, que probablemente llegarán a ser millones en cuestión de años. El hombre está bogando con la corriente del progreso, pero hay olas gigantescas que lo pueden arrollar. Y para ello, no podemos descartar el progreso, claro está, pero podemos mantenerlo paralelamente a nosotros, usando con precaución los nuevos y bendecidos brazos del saber.