21 marzo 2007

Por un mundo más ¿comunicado?

El uso de internet se ha propagado como una enfermedad virulenta. Hoy en día, son más de 1000 millones de usuarios conectado a la red y lo preocupante es que lo que ocurre con el resto. Es el resto de una cuenta matemática en el que el divisor es tan amplio, que solo da para unos cuantos.


¿Qué es?
La brecha digital se define como la separación que existe entre las personas (comunidades, estados, países…) que utilizan las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) como una parte rutinaria de su vida diaria y aquellas que no tienen acceso a las mismas y que aunque las tengan no sabrían como utilizarlas. La esperanza de los países menos desarrollados reside en el uso de la telefonía móvil.

Según el informe de France Telecom, el número de usuarios de móvil de los países menos desarrollados alcanzó en 2005 los 1.120 millones, con lo que superó por primera vez a los de los ricos (1.020 millones).

La tragedia africana. Este continente representa el 13% de la población mundial, pero sólo el 3.7% de los usuarios de telefonía fija y móvil a nivel mundial. La perversión de los datos y el progreso siempre se ceba con los que menos recursos tienen. ¿De quién es la culpa? ¿Nos interesa una sociedad mucho más informa a costa de no informar al resto? El sistema se empeña en vanagloriarse con sus logros científicos mientras que los verdaderos problemas de la humanidad siguen siendo una asignatura pendiente


Las grandes agendas internacionales enfatizan los beneficios que nos aportan las Nuevas Tecnologías. Sobre todo lo aplican para los países del Sur. A esta romántica idea le han puesto el nombre de Sociedad de la Información. Sin embargo, este nuevo orden no es más que una invención de las necesidades de la globalización, vista como un fenómeno neoliberal; un desarrollo que no tiene en cuenta las necesidades de un Sur, que se encuentra en la parte equivocada de la brecha digital.

Así, se puede asegurar y comprobar como son los países del Norte los principales propietarios y beneficiarios de la web, así como de la industria del hardware, del software y de la producción de los contenidos. El 70% de los contenidos viene dado en inglés. El Sur permanece excluido, y con ello aumentan las diferencias sociales y regionales, y se impone un modelo de desarrollo "desde el Norte", a su imagen y semejanza.

Una vez, el Norte del que presumimos adoctrina y vence a una parte de la población. El Tercer Mundo se convierte en el perfecto vertedero digital, en el que se lleva lo que aquí ya es inútil. No se sabe hasta donde puede llegar eso, pero probablemente dentro de pocos años volvamos a emitir los gritos vernáculos y los sonidos del tam-tam, como algunos gurús de la opinión publicitan.

No hay comentarios: