18 julio 2008

Estrella y cartas



Estrella de mar, de cinco brazos, estrella de carta, de cinco brazos, escaleras incompletas hacia la mejor jugada. El sol brilla y yo doy un homenaje a Juan Gris. Menos grisáceo y sin comparación, le brindo cuatro o cinco pinceladas.

Cinco clavos esperan la jugada maestra. Estrellita de mar, inspiración encontrada como un animal varado, pisotón en charco ajeno, luna llena de lenguaje esperanzado, a la luna se le habla en esperanto, esperando y esperando la respuesta, respirando el aire que se cuela humilde, espetando todo respeto hacia la mala reputación.

Una estrella de mar habla con la luna, rutilantes estrellas de mar, sin reflejo de sol pero con el espejo del agua. Otro nivel, estratosfera, las estrellas caminan con miles de pies. De puntillas, sin quererlo ni querer, se mueven en contra del tiempo.

Estrella y cartas, un lujo para paladares inquietos. Me descarto y vuelvo a armar la jugada. Me descarto y vuelvo a planear sobre el cielo. Y ya, desde arriba, puedo divisar perdidas las estrellas de mar entre calles y más calles.

17 julio 2008



Dedicada al homo sapiens periodistus, o sea, el señor Martínez Cantos.
Allá va, impregnando de conocimiento radiofónico a los fieles oyentes que escuchan sus saludos cordiales, sus conversaciones a raudales, orador empedernido y punki intergaláctico. Por cierto, el autoestopista sigue haciendo dedo en la estantería de mi cuarto. Pero tranquilo, que yo también sé que es tuyo y no lo dejaré tirado por carreteras secundarias.

16 julio 2008

Tratado vexilológico: la llave entre ningún país conocido


Algunos representantes ilustres del salvaje oriente me encomendaron la misión de salvar al planeta de una ataque colectivo de fibroarpegionucleosis crónica. Ante el riesgo que entrañaba la misión y lo poco que me pagaban, introduje el antídoto en un pequeño bote, dicho bote lo cerré con llave y dicha llave la incrusté en un país desconocido. Solo se puede llegar hasta el país si se vuela sobre las alas de una polilla. Hoy en día, han muerto más de 0'0114234 de personas a causa de esa rara enfermedad. El resto de la humanidad vive en zulos esperando a que alguien encuentre la llave.

Polilla:



Polilla, de antenas traviesas, antes de nada, antes de decir nada, antes de que la nada se convierta en otra cosa, yo te contaré un secreto: decían las lenguas que en aquel tiempo tú cumplías la veintena y que las constelaciones se plegaban y desunían, se plegaban y desunían en un auténtico y torpe vals. Los pies de dinosaurio lo bailaban.

Pasó el tiempo y seguiste cumpliendo años. Algunos te echan de más, otros te echan de menos, pero nunca olvidarás que los veinte son aquellos años que se pronuncian en lenguas extranjeras, un colágeno lleno de formas, 20.000 lenguas de viaje sublingüístico... Un recorte de tiempo metido en una burbujita. Dice algo en polaco, pero las palabras no importan, suena más divertido si se lee en otro idioma. El señor del billete estonio se enfadó conmigo por cortarle la... ¿dignidad? Todo sea por causas justas. Los tres fósforos, para encender tres hogueras, para cumplir tres proverbios y para seguir tres consejos. Ya decidirás cuando encenderlos. El resto de las piezas del puzzle las engullí en un ataque de histeria y solo quedó en pie la que forma un puzzle menos convencional.

Cada cual es un mosaico; cada tesela que lo compone, el recuerdo pasado, la conformación de todos los hitos. Para ti, un pedacito de mosaico.