25 mayo 2007

-15 º C, el adiós más frío.

“Esto no es nada, el año pasado llegamos a –30º C”, sonríe Alfonso, un italiano que lleva más de un año en Lituania. El termómetro alcanza los –15º C y las pestañas se empiezan a llenar de escarcha.

Se piensa, casi por norma general, que el erasmus consiste en que el estudiante apruebe un número de asignaturas sin esfuerzo, se lleve muchas chicas a la cama, beba hasta perder el norte apolar y acabe pidiendo mucho más tiempo

No es difícil lo último. Sin embargo, al final de este viaje en la vida queda la maleta vacía, para regresar con más espacio. Los confines de Europa se abrieron ante los ojos de los que fueron al Báltico. Luego queda el precio de las pizzas, el dios Sabonis, el frío, la nieve, la uniformidad de los copos, el graznido de los cuervos, la visión de las catedrales... desgraciadamente, todas estas cosas no se pueden publicar, solo se pueden vivir.

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1 comentario:

Unknown dijo...

En apenas 10 días comenzaré yo a vivir mi propia experiencia en Lituania... Gracias por esta guía tan estupenda, poeta del mal ;)